Continúo con el Top 5 de burbujas españolas más grandes que hemos visto en lo que llevamos de siglo XXI...
5.- La burbuja futbolística
Desde hace unos años, el fútbol basó su economía en las plataformas televisivas gracias a la enorme competencia que había entre ellas. Los años del maná no se supieron aprovechar y por los clubes pasaron gestores tan distinguidos como
Juan Bautista Soler, que dejó al
Valencia C.F. en la quiebra y con un estadio a medio construir, como
Agapito Iglesias, que está destrozando al
Real Zaragoza desde dentro como un auténtico parásito, y como
José Luís Astiazarán, quien preside actualmente la
Liga de Fútbol Profesional con varios frentes polémicos abiertos, después de haber arruinado a la
Real Sociedad.
Hoy por hoy, 21 de los 24 equipos europeos en concurso de acreedores son españoles. (Más datos
aquí)
4.- La burbuja sexual
Vivimos en una sociedad
hipersexualizada, en la que los avances tecnológicos y el dinero barato, en éste caso el
pay-per-view en televisión o en portales y redes sociales de pago en Internet, han llenado de sexo la cabeza de la gente. Pero no el resto del organismo. Al fin y al cabo, dos de los elementos claves en toda burbuja son el progreso tecnológico y la expansión del crédito, según el clásico estudio de la especulación que
Charles Kindleberger tituló como "
Manias, Panics and Crashes". La gente piensa, y piensa, y piensa y vuelve a pensar en sexo. Y habla, y habla y habla de sexo. Y luego no hace nada. Es la burbuja perfecta. A fin de cuentas, un episodio especulativo es poco menos que masturbación financiera.
Luego el resultado es más que paradójico: En realidad, la gente está en casa sola. (Más info
aquí)
3.- La burbuja de las subvenciones y ayudas estatales
Cheque bebé, renta básica de emancipación, becas
Erasmus, ayuda a parados de "larga duración", ayuda (
compra de votos) de los 400 € de
ZP, 2.000 € en 2.010 para cambiarse de coche... Se me hace larga la lista para ponerla aquí, porque tocaba todos los colectivos: madres solteras, inmigrantes, estudiantes, etc. Todo bien detallado en
BOEs,
en
Planes E y en la madre que parió a
Paneque: Pagas a cascoporro, ayuditas varias, limosnas a go-gó, desgravaciones, subvenciones que no permitían saber qué cosas estaban podridas de verdad y que el dinero sólo consiguió alargar la agonía. (Más datos para llevarse las manos a la cabeza
aquí)
2.- La burbuja de las cajas de ahorro
Las cajas de ahorro viven sus peores momentos. La forzosa conversión en bancos de muchas de ellas y el escándalo de las multimillonarias indemnizaciones en las cajas socorridas por el
Estado han dañado muchísimo su imagen. La crisis financiera está siendo implacable con éste sector por la excesiva concentración en el sector inmobiliario y la malísima gestión que se ha hecho al respecto. Entre 2.007 y 2.010 las ganancias se han hundido en un 80%. Y por si ésto fuera poco, la normativa internacional obliga a las entidades a incrementar los colchones de capital y, por lo tanto, a repartir menos dividendos. Entidades sociales que destinan alrededor del 20% del beneficio a labores sociales y asistenciales en pro de los menos favorecidos poco les queda por repartir con unos ingresos tan bajos. La existencia de las obras sociales no tienen sentido con esto, y menos cuando bancos privados tienen fundaciones sociales muy importantes. (Más datos relevantes
aquí)
1.- La burbuja inmobiliaria
Poco queda por decir de ésta burbuja. España, un país en el que como consecuencia de la salvaje especulación urbanística hay millones de casas sin gente, y millones de éstas sin casa. (Vídeo de
Españistán, de
Aleix Saló, explicando la dichosa burbujita
aquí)
Y de momento ésos son los casos más sangrantes. También está la burbuja de los matrimonios (
cada vez hay más divorcios y menos bodas), la del régimen
feminazi, la de los operadores de telefonía, la burbuja del oro que se llevará por delante a todas esas tiendas de "
Compro Oro", la turística o la del
Euro, que en el peor de los casos, puede hacernos volver a la
peseta y destapar de ésta forma los precios de escándalo que sufrimos hoy por hoy.