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lunes, 20 de enero de 2025

¿Por qué se celebra siempre la toma de posesión del Presidente de los EE. UU. el 20 de enero?

Hasta 1933, la fecha en la que se realizaba el solemne acto de investidura presidencial siempre fue el día 4 de marzo, a excepción de la toma de posesión de George Washington, primer presidente de los EEUU, que fue el 30 de abril de 1789 y en los casos de algunos presidentes muertos antes de acabar el mandato (en los siglos XVIII y XIX) y que resultaría muy largo de explicar.


El día fue elegido a partir del segundo mandato de G. Washington como conmemoración del 4 de marzo de 1789, día en el que se reunió, por primera vez en la historia, el Congreso de los Estados Unidos.

Se dispuso que, tras la celebración de las elecciones, el plazo de 4 meses era el idóneo para arreglar todos los asuntos concernientes al traspaso de poderes, creación y preparación del nuevo gobierno que debía tomar posesión.

Ese periodo entre las elecciones, la composición del nuevo Congreso y la toma de posesión del presidente parecía razonable en los siglos XVIII y XIX, pero comenzó a verse como excesivo a la llegada del siglo XX, entre otras cosas porque generaba oportunidades para la desestabilización política, sobre todo en aquellos casos en los que el presidente saliente y el electo eran de diferentes partidos políticos.

Aunque este último no fue el caso, la importantísima crisis por la Gran Depresión con la que se encontró en su periodo de reelección el presidente Roosevelt, hizo que éste no pudiese aplicar las medidas oportunas durante esos meses de transición, por lo que se buscó la urgente solución a través de una petición realizada unos años atrás por el senador George Norris, quien había propuesto realizar una enmienda que solucionase y acortase esos plazos.

En 1933 fue aprobada y ratificada la Vigésima Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, por la que se establecía que, tras las elecciones presidenciales, el nuevo Congreso se constituiría recién estrenado el año (el 3 de enero) y el presidente tomaría posesión de su cargo el 20 de enero, como viene realizándose desde 1937 en que se instauró oficialmente.

Como nota anecdótica, cabe destacar que la toma de posesión sólo se ha movido en cuatro ocasiones desde que se instauró en 1937 (2.ª legislatura de Franklin D. Roosevelt): el fallecimiento del propio Roosevelt (su sucesor Harry S. Truman lo hizo el 12 de abril de 1945), la segunda investidura de Dwight D. Eisenhower en 1957 que también cayó en domingo, el asesinato de John F. Kennedy (Lyndon B. Johnson lo hizo el 22 de noviembre de 1963, foto arriba) y tras la dimisión de Richard M. Nixon, salpicado por el escándalo del caso Watergate (el 9 de agosto de 1974 Gerald Ford tomaba posesión). Cabe destacar que el 20 de enero 2013, fecha de la toma de posesión del cargo (en su segundo mandato) de Barack Obama, cayó en domingo, así que el juramento se realizó en una ceremonia privada dentro de la Casa Blanca  y se trasladó el acto público ante los ciudadanos al día siguiente, el lunes 21 de enero.

domingo, 8 de noviembre de 2020

Pucherazo

En los pasados días, a raíz de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, hemos escuchado y leído en todos los medios y redes sociales que se repetía el término ‘pucherazo’, en relación a una posible alteración en los resultados del estado de Wisconsin tras el recuento de los votos que favorecía al candidato demócrata, Joe Biden.

Este término, cuya acepción en el diccionario de la RAE es: "Fraude electoral que consiste en alterar el resultado del escrutinio de votos", añadiendo que la expresión ‘Dar pucherazo’ (o ‘Dar un pucherazo’) significa "computar votos no emitidos en una elección".

 

Tanto el término como la expresión para hacer referencia a ese tipo de fraude, se originaron en el último cuarto del siglo XIX, tras la restauración de la monarquía borbónica y en la que los dos grandes partidos en España en aquella época (conservadores y liberales) pactaron irse turnando en el poder, sin dar posibilidad alguna de gobernar a otras formaciones políticas (moderados, progresistas y republicanos).

El rey Alfonso XII, en connivencia con los líderes del Partido Liberal y el Partido Conservador (Práxedes Mateo Sagasta y Antonio Cánovas del Castillo), iba disolviendo las Cortes cada cierto tiempo, acordado previamente entre ellos, y se convocaban unas nuevas elecciones, que eran manipuladas para que en el recuento de votos saliera ganador aquel candidato del otro partido que no estaba gobernando hasta ese momento y la siguiente vez a la inversa. Y así, una y otra vez durante las siguientes décadas.

Así pues, se tenía guardadas unas papeletas, del partido que debía ganar esas elecciones y en base a la cantidad que se necesitaban para la mayoría se extraían, en una especie de urna y muchos son quienes indican que semejante a un puchero u olla de cocina, surgiendo de ahí el término ‘pucherazo’.

martes, 3 de noviembre de 2020

¿Por qué las elecciones presidenciales de EE. UU. se celebran en martes?

Hoy, 3 de noviembre de 2020, millones de ciudadanos estadounidenses están llamados a acudir a las urnas, por la celebración de las elecciones presidenciales. El martes 3 de noviembre no es fruto de la casualidad, ni mucho menos es una fecha que fue elegida recientemente, sino que se estableció por norma legislativa hace 171 años cuándo debe caer exactamente la fecha de todas las elecciones (siempre y cuando no se modifique constitucionalmente en el futuro).

La elección de la fecha para ir a votar hoy en día nos podría resultar enrevesada e incluso ridícula, pero en su día tenía una explicación lógica.

Fue el 23 de enero de 1845 cuando se estableció la fecha en la que los electores deberían acudir a las urnas a elegir al nuevo presidente. Para ello, se tuvieron en cuenta una serie de factores y variables como por ejemplo la climatología y disponibilidad de los electores para poder desplazarse.

 

La mayoría de los norteamericanos en aquella época se dedicaba a la agricultura, por lo que había que descartar los meses comprendidos entre marzo y octubre, pues eran los de mayor actividad laboral (los que iban desde la siembra a la recolección). Desde mediados de diciembre hasta final de febrero quedaba descartado por motivos meteorológicos: era invierno y el traslado hasta las sedes del condado donde se emitían los votos sería dificultoso, además de que el frio provocaría que muchos electores se quedaran en sus casas en lugar de ir a votar.

De ahí que se decidiera que la mejor época para llevarse a cabo las elecciones era dentro de los primeros días del mes de noviembre, unos días en los que en la mayoría de los Estados Unidos las temperaturas todavía son suaves. Otro motivo era porque así también daría tiempo a que, trascurridas cuatro semanas que marcaba la ley y con escrutinio ya terminado, se pudieran reunir los representantes escogidos y éstos podrían decidir quién era el presidente electo que tomaría posesión el 4 de marzo (el 20 de enero desde 1937).

El siguiente paso era decidir qué día concreto (dentro de los primeros días de noviembre) sería el escogido para ir a votar. Teniendo en cuenta que para acudir a ejercer el voto eran muchos los ciudadanos que vivían en entornos rurales que necesitarían un día de ida y otro de vuelta, se empezó a descartar días no viables para ellos: el lunes no podía ser porque el domingo era día de culto religioso y por tanto no se podía salir de viaje. El miércoles era día de mercado en todas las poblaciones y por tanto ese día tampoco se salía de viaje, lo que provocaba que el jueves también quedase descartado. El viernes tampoco podía ser porque el viaje de regreso se hubiese tenido que realizar en sábado (también día de culto religioso, en una época en la que la devoción religiosa era lo más importante para los ciudadanos). Por tanto el único día viable que quedaba era el martes, pero no podía ser cualquier martes, ya que este no podía caer en día 1 de noviembre (día de Todos los Santos, fecha no festiva en EE. UU. ni de culto religioso, por lo que se respetaba el día para honrar a los difuntos pero se daba libertad para partir de viaje).

Así pues, de esta manera tan rebuscada, fue cómo se escogió el día en que debían caer las elecciones y que este fuera el martes posterior al primer lunes de noviembre.

domingo, 11 de octubre de 2020

Esta NO es la primera vez que no hay Fiestas del Pilar

En 1918, otra epidemia, en aquella ocasión de gripe, la mal llamada "gripe española", también obligó a suspender los festejos zaragozanos.

Cuesta aceptarlo, pero no. Mañana, 12 de octubre de 2020, no habrá Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar, columna de Zaragoza, de todo Aragón –dicen que, como todo ahora, habrá una ofrenda virtual–. Ni Ofrenda, ni pregón, ni Rosario de Cristal, ni cabezudos, ni grandes conciertos populares... hasta el bullicio de miles de peñistas –pilar de las fiestas– será silenciado por la pandemia del Sars-CoV2, que no da tregua ni a la devoción ni al sentir de todo un pueblo. Sencilla y lamentablemente, este año las fiestas –las "no fiestas", que, seguramente, renombraremos en las redes sociales como "los pilares del coronavirus"– han sido suspendidas para evitar las grandes aglomeraciones, propagadoras, aliadas fieles y devotas del coronavirus.

Pero esta no es la primera vez que los zaragozanos hacen frente a una situación similar: hasta que alcanza la memoria y las crónicas, es la segunda. Hace poco más de un siglo, en 1918, con una guerra mundial que daba sus últimos coletazos, la pandemia provocada por la mal llamada "gripe española" –que diezmó el planeta causando más de 50 millones de muertos (300 000 en España y unas 1000 en Zaragoza)– obligó al consistorio zaragozano, a instancias del Gobierno Civil, a suspender las Fiestas del Pilar. Primero, se pensó en retrasarlas al 20 de octubre; después, a noviembre; y, finalmente, a mayo de 1919, que fue cuando se "celebraron", coincidiendo con las peregrinaciones de entonces y la conmemoración de la reconquista de Zaragoza por Alfonso I el Batallador. Pero ya no fue lo mismo. Nada fue igual.

Y nada, ni la fiera "gripe española", que se detectó en Madrid en la segunda quincena de mayo de 1918, a la par que las Fiestas de San Isidro, ni nadie, hacían presagiar que aquel año no se celebrarían las Fiestas del Pilar en Zaragoza.

Sin ir más lejos, el 7 de mayo, la Comisión de Festejos del Ayuntamiento de Zaragoza, que se había reunido para cambiar impresiones y preparar con tiempo las Fiestas del Pilar, acogía con agrado la idea sugerida por HERALDO DE ARAGÓN de celebrar durante las fiestas un "Homenaje de la vejez". A los pocos días, el empresario zaragozano Nicolás Escoriaza proponía organizar, en la Lonja de Zaragoza, una gran Exposición de Bellas Artes Hispano-Francesa, que, a su entender, “sería uno de los números más brillantes del programa de festejos, ya que el acontecimiento atraería a nuestra ciudad gran número de expositores y amantes de las Bellas Artes”. Incluso el alcalde de Valencia, Faustino Valentín, invitado por el concejal zaragozano Sánchez Mazariegos, había prometido –vía telegrama– asistir a las fiestas. La Casa de Ganaderos preparaba un gran concurso; se pensaba en una gran batalla de flores para inaugurar la pavimentación del Coso…

Un programa de festejos completo

Las noticias sobre la evolución de la epidemia llegan desde la capital de España: “No decrece en Madrid esta epidemia, que ha atacado ya a casi la mitad del vecindario”, publica HERALDO el 27 de mayo, en su sección "Por teléfono y telégrafo"; el propio rey Alfonso XIII y varios ministros se encuentran aquejados. Mientras, en Zaragoza , “aumentan las invasiones”. “Unos antes, otros después serán pocos los que dejen de sentir los efectos del famoso ‘soldado de Nápoles’, como dicen por Madrid, o de la “película gripal”, como la denomina el doctor Royo Villanova”, publicaba este diario, en su edición del 2 de junio. Pero, aunque los casos se multiplican, la "enfermedad de moda" o "del día" –como también se la conoce– no merma los ánimos festivos. Ni de lejos. De hecho, en el mes de agosto, en lo referente a los festejos pilarísticos, preocupaba más la falta de financiación para cubrir los gastos. “Las dificultades que se presentan este año son muchísimas, debido a que la suscripción pública no responde...”, podía leerse en HERALDO, el día 8 del citado mes, que los posibles efectos de la pandemia en los mismos. Así las cosas, lejos de amilanarse, los miembros de la Comisión de Festejos –en nota oficiosa– avanzaban el programa de Fiestas del Pilar de 1918: “Cinco grandes corridas con los mejores elementos, en cuanto a toreros y ganado se refiere” –estaban anunciadas máximas figuras como Joselito y Rafael, el Gallo, que se despedía de los ruedos en el Coso de La Misericordia–; un homenaje a Tomás Bretón, que estaba componiendo el poema musical "Aragón" para la ocasión; el célebre e incondicional Concurso Regional de Bandas Civiles; carreras ciclistas en el paseo de la Independencia; fiesta popular y concurso de globos en el Campo del Sepulcro; pasacalles; ronda con cucañas y premios en metálico; fiestas populares en distintos barrios; fuegos artificiales, etc.

A principios de septiembre, a la sempiterna polémica por el cartel de fiestas, calificado por alguno de “birria artística” e impropio de la importancia de Zaragoza, se sumaban nuevos actos de envergadura al programa, como la Semana deportiva –primera en su género– organizada de común acuerdo por las sociedades deportivas Zaragoza e Iberia.

Socorro desde la capital

Pero, pese al optimismo, ya en septiembre, la epidemia empezó a revelarse con toda su crudeza. En Almonacid de la Sierra, la situación es dramática: “Baste decir que es una excepción la casa donde no existen dos o tres casos. El personal sanitario es insuficiente, siendo urgentísimo que se envíe socorro desde Zaragoza”, publicaba HERALDO el 22 de septiembre de 1918. Al día siguiente, en la capital, se toman nuevas medidas preventivas para frenar la epidemia y el Ayuntamiento dispone que “en los teatros, cines y hasta en las iglesias se observen con todo rigor las prescripciones sanitarias, procurándose que, en todo momento, haya en estos locales la ventilación necesaria”. Y ordena a la policía urbana y guardia municipal que se realicen visitas de inspección a los domicilios particulares, “dando inmediato aviso a la Alcaldía de todas las infracciones que se adviertan contra la higiene”. Los inspectores de Sanidad ponen en alerta sobre “los abusos que se vienen cometiendo en la acequia de San José”, donde son arrojadas “toda clase de inmundicias de las casas” y las mujeres acostumbran a lavar “todos los cacharros y ropas, sin tener en cuenta que aquellas aguas son utilizadas para la bebida”. Para tomar cartas en el asunto y castigar a los infractores, se establece un servicio de vigilancia en el camino de las Torres. La Alcaldía tampoco está dispuesta a permitir la instalación de circos o barracas de fieras durante las Fiestas del Pilar, por lo que recomienda a la Comisión Municipal de Hacienda, “que no sean subastados esta clase de puestos”. “Las fieras –continúa el cronista– como es sabido, no se alimentan de merengues, ni de alpiste, como los canarios, sino de caballerías que son sacrificadas en el mismo lugar o barraca, en donde aquellas se exhiben, cubriéndose la sangre con tierra que a poco entra en descomposición, constituyendo un peligro para la salubridad”. También se clausura la cloaca situada detrás del cuartel de San Lázaro “de la cual salen hedores que envenenan la atmósfera”. Tal era, en septiembre de 1918, la situación higiénico-sanitaria de la capital del Ebro.

La epidemia arrecia en los pueblos

Lejos de mitigarse, en las poblaciones zaragozanas los contagios se disparan: 300 “atacados” en Gotor, “habiéndose registrado seis defunciones”; en Cariñena “hay actualmente 200 enfermos”; 550 en Almonacid de la Sierra y se han registrado casos en Alpartir, Alfamén y Ateca; en Longares “la epidemia reviste caracteres más graves”. El inspector provincial de Sanidad, Sáenz de Cenzano, “que ha estudiado de cerca la enfermedad”, dice que se trata de una gripe semejante a la de la pasada primavera, pero “con caracteres de mayor gravedad”. Y cree que ha podido influir en la propagación “la aglomeración de gentes en locales pequeños, por motivos de las fiestas, que en estos pueblos se han celebrado”.

En vísperas de las Fiestas del Pilar –29 de septiembre de 1918– todo seguía su curso y se advierte ya en la ciudad la presencia de forasteros, muchos de ellos “conocidísimos”, pues son feriantes –entre ellos el señor Feijoó, dueño del célebre circo del mismo nombre–, que vienen todos los años a Zaragoza y que “anticipan el viaje” para participar en la subasta de puestos. Según informa HERALDO ese día: “Si las noticias que se tienen son ciertas y los feriantes se confirman, este año la exhuerta de Santa Engracia y la plaza y terrenos cercanos se cubrirán materialmente de garitas y barracones de espectáculos”. Un año más, como de costumbre, la ciudad se prepara y durante las fiestas se intensificará el alumbrado “mediante la colocación de potentes focos e iluminaciones particulares" en las plazas de La Libertad, La Seo, Lanuza, San Pablo, San Miguel y Portillo, y calles del Coso, Manifestación, Cerdán y Sobrarbe. “Se colocarán también focos en las puertas de entrada a la ciudad y lucirán espléndidas iluminaciones en todos los monumentos y el kiosko de la música. Por luz no ha de quedar”. A punto de terminar las grandes reformas de sus comedores, el Zaragoza Palace-Hotel, tenía previsto abrirlos al público durante las fiestas.


Sin embargo, la epidemia es el tema general de conversación, está en boca de todos y, aunque parece que no está todavía extendida por Zaragoza capital, “la gripe –podemos leer en las ‘Notas de sociedad’ del HERALDO del 2 de octubre– ha traído a los cuarteles de invierno a algunos rezagados del verano”. “Hay pocos casos, pero graves y todos importados. De San Sebastián –lugar de veraneo de lo mejor de la alta burguesía zaragozana– han venido algunos leves, que se van curando”. Mientras, el corresponsal de este diario en Vistabella de Huerva, localidad del Campo de Cariñena, informa de que en siete días los “atacados de gripe” pasan de ochenta, algunos de ellos graves, y es “desconsolador ver a familias enteras contaminadas, sin poder auxiliarse unos a otros; viéndose un grave conflicto por la falta de leche, indispensable en esta enfermedad”. Y en Salillas de Jalón, el Ayuntamiento y la Junta de Sanidad, se han visto obligados a suspender los festejos que se estaban celebrando en honor de Nuestra Señora del Rosario. Ante el empeoramiento de la situación, Félix Martínez Lacuesta, Gobernador Civil de Zaragoza, prohíbe las ferias y fiestas de todos los pueblos “epidemiados” y hace un requerimiento a los médicos “que quieran ir a prestar auxilio para que vayan a inscribirse al Gobierno civil”. De Calatorao llegan "noticias alarmantes", donde hay más de "700 atacados".

Zaragoza, libre de la epidemia

Requerido por los periodistas de HERALDO, sobre la situación en la capital, Martínez Lacuesta responde que no tiene informes oficiales de que haya aparecido la epidemia; “por el contrario, todas las noticias que se reciben son francamente satisfactorias”. “Sin embargo, se sabe –continúa informando el reportero– de algunos casos aislados que demuestran la existencia de la gripe en Zaragoza; pero que no influyen sensiblemente en el estado sanitario”. Sobre los posibles efectos del virus en las Fiestas del Pilar, el gobernador ya había “conferenciado” con el alcalde de Zaragoza, Julián Alberto Cerezuela, para que abordase el tema y fuera la representación de la ciudad la encargada de tomar la decisión. Actitud similar mantiene el rector de la Universidad de Zaragoza, el doctor Ricardo Royo Villanova. No parecía muy apropiada la clausura del centro, cuando la Junta de Sanidad no había declarado aún la existencia de la epidemia; “y no iba a ser la universidad la que tomara, con grave daño para Zaragoza, una actitud alarmante, que casi todos juzgarían prematura”.

¿Conviene celebrar las fiestas?

El 2 de octubre, el alcalde de Zaragoza, a las cuatro y media de la tarde, abría la sesión plenaria para, entre otras cosas, sancionar el programa de las Fiestas del Pilar, organizado por la Comisión permanente de Festejos. Durante la sesión, se trató ampliamente el estado sanitario en la provincia “como consecuencia de la epidemia gripal importada de otras provincias”. Rompió el fuego el concejal republicano Algora, al manifestar al temor de que “la afluencia de forasteros con motivo de las fiestas próximas contribuya a que nuestra ciudad sufra los efectos de la epidemia gripal extendida actualmente en gran parte de España y que tantas víctimas viene ocasionando”. 

De la gravedad de la situación –según el concejal– daban buena cuenta la preocupación del Gobierno y las órdenes “terminantes”, enviadas a los gobernadores civiles y Juntas provinciales y locales de Sanidad “para que extremen las medidas en evitación del contagio”. “En Zaragoza no existe la epidemia –afirmaba–. Tanto la Junta de Sanidad como el alcalde, nos han dicho que no hay gripe, y por eso no me atrevo a pedir la suspensión de las fiestas, que, de otro modo, pediría, arrostrando la responsabilidad que pudiera caberme en ello”. 

El concejal argumentó que tampoco había gripe en Logroño ni en Almonacid de la Sierra –desde donde, el 22 de septiembre, se hacía un llamamiento urgente a la capital en petición de socorro–, cuando ambas poblaciones celebraron sus fiestas, pero que, después, se desarrolló la epidemia en términos alarmantes en ambas poblaciones. “¿No puede ocurrir esto en Zaragoza?”, exhortaba al pleno el señor Algora, para concluir que el Gobierno, el gobernador y la Junta provincial de Sanidad “son los obligados a decir si Zaragoza, en la ocasión presente y en las circunstancias sanitarias en toda España, debe o no celebrar sus fiestas” y proponer que el alcalde se dirigiera “urgentemente” al Cuerpo médico de la Beneficencia municipal y a la Junta provincial de Sanidad para que dijeran “claramente, si la afluencia de forasteros podía contribuir a que en Zaragoza –que ahora se haya libre– podía desarrollarse la epidemia gripal”. “En tal caso –terminó diciendo el concejal– no será el Ayuntamiento el responsable de la suspensión de las fiestas. Esta determinación compete a la Junta provincial de Sanidad y al gobernador”.

Tras las réplicas del alcalde y de otros concejales, manifestando que en Zaragoza no había gripe y, por lo tanto, tampoco motivo para “zozobras y alarmas” y mucho menos para una consulta que “podía originar un perjuicio en la ciudad por la ausencia de forasteros”, quedaba aprobado el programa de las Fiestas del Pilar de 1918 y se sometió a votación la proposición de Algora, que salió adelante por 17 votos a favor y ocho en contra. El alcalde se comprometió a trasladar la consulta y a convocar sesión extraordinaria del Ayuntamiento, “tan pronto recibiera contestación”.

Lógicamente, ante la indecisión, la inquietud va creciendo en la ciudad. “Hemos interrogado nuevamente al inspector provincial de Sanidad acerca de la propagación de la epidemia en Zaragoza”, afirma el redactor de HERALDO, en su portada del 4 de octubre. “Nos dice que, oficialmente, solo conoce siete casos de transeúntes, que están en el hospital. Pero los médicos no le han declarado otros y tiene que suponer que no los haya; aunque el rumor popular es bien distinto”, apostilla el periodista. Ante esta situación, el inspector no puede dar por declarada, oficialmente, la epidemia, lo que coloca al gobernador en una “difícil situación”, que no sabe si suspender las fiestas o autorizarlas, ya que la últimas disposiciones “solo ordenan la suspensión en los lugares donde se haya declarado la epidemia”. El gobernador quiere que decida la ciudad y en su informe, le indica al alcalde que se tengan en cuenta “intereses comprometidos en la cuestión y que, si bien con fiestas vendrán forasteros, no podrá evitarse que sin ellas vengan también algunos de los pueblos epidemiados”.

El acuerdo municipal de consultar al gobernador y a la Junta de Sanidad si debían celebrarse las fiestas o no acrecienta las dudas y genera “desorientación” e incertidumbre en la población. Entre los feriantes, la noticia “ha caído como una bomba” y muchos se concentran ante la Casa Consistorial para saber más “sobre el asunto”. La capital entera está expectante, pendiente de la respuesta del gobernador y de los responsables de Sanidad, mientras a la alcaldía sigue sin llegar parte médico alguno que confirme el primer caso oficial de gripe en Zaragoza. “Los médicos saben que están obligados a participarme inmediatamente el primer caso que ocurra, y cuando nada dicen es señal de que la salud es excelente”, declaraba a este periódico, el 3 de octubre, el alcalde, que advertía de que si la epidemia se “desarrollaba” en Zaragoza, los enfermos no podrían ser ingresados en el hospital civil, “porque se carece en el edificio de un pabellón para tales fines”, por lo que se habilitaría un pabellón ad hoc en las afueras de la población, “probablemente, en el monte de San Gregorio o en Valdespartera”. A la espera de noticias, Cerezuela proseguía con sus obligaciones, inspeccionando la limpieza y condiciones de seguridad de los coches de punto –los taxis del momento– y negando la autorización a un feriante, que pretendía exhibir durante las fiestas “unas cuantas fieras”.

Y, como cabía esperar,las noticias llegaron. El 4 de octubre, los inspectores de Sanidad dan cuenta al alcalde de que se han registrado “14 o 15 casos de gripe”, en la capital, denunciados por los médicos que los asistían. “Particularmente, se decía que varias familias, llegadas recientemente de algunos pueblos de la provincia, invadidos por la epidemia, y de otras poblaciones veraniegas, donde la gripe hace verdaderos estragos, se hallaban recluidas en sus domicilios bajo los efectos del mal". Particularmente, se decía por parte de los médicos que se habían registrado varios casos de carácter benigno, pero faltaba la confirmación oficial de la aparición de la epidemia y esta solo podían darla los médicos”, publicaba HERALDO, a toda plana, en su edición del 5 de octubre. 

El segundo brote de la epidemia de gripe, cuya primera oleada, más benigna, se había producido en primavera, se extiende ya por la capital y son muchos los médicos que opinan que “las fiestas deberían ser suspendidas”. El alcalde de Zaragoza convoca para esa misma tarde del 4 de octubre una sesión extraordinaria de la Corporación Municipal, en la que se leyó el escrito de los médicos del Cuerpo de la Beneficencia, que reconoce que las aglomeraciones que se producen en las fiestas aumentan el peligro de propagación de la enfermedad; aun así, la alcaldía entiende que la decisión de suspender o no las fiestas corresponde al gobernador civil.

Salus populi, suprema lex

Peloteo imperdonable”, podía leerse en la portada de HERALDO del 6 de octubre. “En vísperas de las fiestas –continuaba–, a punto casi de prenderles fuego a las bombas reales y voltear las campanas, llevamos casi una semana discutiendo si los festejos deben celebrarse o suspenderse por temor a la epidemia. Nadie tiene el valor preciso para pronunciar la palabra definitiva. Y, con estos titubeos, se hace más daño a la ciudad que con una decisión, aunque fuese equivocada (...) Lo que no puede hacerse es seguir levantando una polvareda que daña gravemente a la población y siembra dudas e incertidumbres en todos”.

Impacientes y nerviosos, empresarios de espectáculos “gariteros”, industriales, aficionados a la fiesta taurina... esperaban en la calle. Después de tres horas de reunión con el gobernador, el 6 de octubre, la Junta provincial de Sanidad, “reconoce y proclama que no hay epidemia de gripe en Zaragoza” y que “a lo sumo habrá un pequeño amago, que lo mismo puede cortarse que extenderse”; pero que, al mismo tiempo, “tiene que reconocer y proclamar que la aglomeración originada por las fiestas encerraría un muy serio peligro de que la epidemia nos invadiera”. Y, sin dejar de tener en cuenta los grandes intereses ciudadanos y particulares “que se lastiman con una determinación tan radical como la de suprimir los festejos”, entienden que “salus populi, suprema lex” –la salud del pueblo es ley suprema–.

El gobernador civil tenía, pues, la última palabra. Por fin, en la sesión municipal del 10 de octubre, se daba cuenta del oficio de Martínez Lacuesta, “anunciando la supresión de las fiestas y ferias del Pilar, como medida de precaución encaminada a evitar la posibilidad de un contagio, con motivo de la aglomeración de forasteros”. En la misma sesión, el concejal Alfonso Valero, propuso que las fiestas fueran aplazadas para la “primera decena de noviembre”. Finalmente se trasladaron a mayo del año siguiente.

De las tres oleadas que tuvo la epidemia de gripe, la segunda, la más devastadora, se registró precisamente en aquel mes de octubre. HERALDO DE ARAGÓN daba buena cuenta a diario en sus páginas del número de fallecidos en los pueblos de las tres provincias. En la capital aragonesa, que entonces tenía censados 135 000 habitantes, la pandemia dejó 1000 muertos a su paso, aunque fuentes más recientes elevan esa cifra a más de 3000. Ni la guerra de Marruecos, que en 1910 a punto estuvo de dar al traste con los festejos pilaristas, por la grave crisis económica que desató en la capital aragonesa, ni la posterior contienda civil (1936-1939) –por increíble que parezca– consiguieron lo que logró la pandemia de la mal llamada "gripe española" –al ser neutral, España fue el único país en hacerse eco de la epidemia–, en aquel 1918: suspender las Fiestas del Pilar de Zaragoza. Pero, como entonces, hoy, en las "no fiestas" de 2020: “Salus populi, suprema lex”.

Fuente: Heraldo de Aragón.

Fotografías: Archivo del Heraldo de Aragón.

Texto: Lucía Serrano

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En otro orden de cosas, este año, el post debería haber sido el que suelo hacer para desearos felices fiestas del Pilar, poner el cartel oficial y recordar el último pregón, pero no toca. No os voy a pedir que seáis responsables y que hagáis lo que creáis conveniente con tal de preservar vuestra salud y la de la gente de vuestro entorno. No soy nadie para deciros si debéis marcharos de puente o ir a ver los eventos que no se han suspendido con la que está cayendo. Eso sí, si pasa algo y empeora la situación (más todavía), no quiero ni aplausos, ni tontadas, ni lloros, ni la madre que parió a Paneque. Allá vosotros, que ya somos mayorcitos.

martes, 14 de agosto de 2018

Las bromas de la Expo 2008 que ahora pueden salir a la luz

Fue un fin de obras mucho más frenético de lo que pareció en su día. La crecida del Ebro, tras un mes de mayo con 22 días de lluvias, algo insólito en los 105 años anteriores, hizo que los operarios siguieran el 13 de junio de 2008 por la mañana instalando los triángulos de 120 formatos diferentes que recubren la fachada del Pabellón Puente de Zaha Hadid. Los plazos eran tan ajustados que el mismo Roque Gistau, presidente de Expoagua, indicó al personal de seguridad de la Casa Real que, si tenían que salir para que chequearan el recinto esa mañana, "avisara al Rey para que no viniera porque la Expo no se inauguraba". Pero la ceremonia se celebró, aunque de un modo muy distinto al que se había pensado. 


El espectáculo 'Iluminar', del francés Christophe Berthoneau, era el plan B. La crecida forzó la decisión, que se adoptó en los últimos días. De hecho, los invitados a la gala inaugural tenían asignados asientos en el frente fluvial y en el Palacio de Congreso, y estaban advertidos de que, en esta ocasión, el Ebro condicionaría el escenario final. Los fuegos artificiales iluminaron la Torre del Agua, un icono que vio limitada su altura para no superar los 94 metros de altura de las torres de la Basílica el Pilar.

En los 93 días que duró la Expo todos los días pasaban cosas, unas buenas, y otras no tanto. Días que pusieron a prueba los nervios del personal de protocolo, que consiguió que los 16 jefes de Estado, los 20 jefes de Gobierno y los 89 ministros que pasaron por Ranillas, en representación de más de un centenar de países, se fueran contentos. Solo hubo una queja, la de Lituania, porque una grúa manchó de grasa su bandera una de las veces en la que iba a retirarla. 

No hubo fallos con los himnos nacionales. Pero sí se solventó 'in extremis' una posible crisis a causa de las banderas. En el Día de Paraguay, estuvieron a punto de izar la bandera de El Salvador porque estaba mal empaquetada. Y se dieron cuenta cuando apenas quedaban siete minutos para la llegada de la delegación nacional. Dos miembros de protocolo corrieron al hotel Hiberus y, mientras uno pedía permiso, el otro iba 'birlando' la enseña. Un problema más: faltaban sus dos escudos. Regresaron corriendo al hotel y se llevaron la grapadora. El cierzo que soplaba en Zaragoza, y que impidió que la bandera ondeara por completo, hizo el resto. 

Son muchos los que destacan la asistencia de Mijaíl Gorvachov, el último líder de la extinta Unión Soviética, a la Expo 2008. Lo que pocos saben es que se quedó 'colgado' en un ascensor del Palacio de Congresos de Huesca, en uno de los actos que se celebró fuera de Ranillas. También cautivó Naruhito, el príncipe heredero de Japón, tanto que muchos le abrazaron. Pero él hizo gala de una extraordinaria paciencia y, como los japoneses le saludaron al modo tradicional, el cariño de los zaragozanos no acabó en un incidente internacional. 


Algunos países ponían sus condiciones. Lituania que trajo el agua de su país, y Kazajistán quería que parara el teleférico en su día nacional por motivos de seguridad. Solo desistió al conocer lo que tendría que pagar si lo hacían. El Congreso de Viena regula las relaciones internacionales y hay que tratar igual a todos los países, con independencia del tamaño que tengan. 

Aunque ya lo esperaban, los participantes de algunas comitivas internacionales se ponían enfermos en cuanto pisaban España. Sí hubo un caso crítico, el de un viceministro norcoreano que intentó curarse a base de vísceras de cerdo y acabó en el hospital bastante grave. Afortunadamente se salvó. 


No hubo tranquilidad ni siquiera en la ceremonia de clausura. Si el Ebro obligó a modificar la ceremonia de inauguración, el cierzo estuvo a punto de dar al traste con la de clausura. Apenas unos minutos antes del inicio del espectáculo pirotécnico, se logró la autorización para poder lanzar los fuegos artificiales. Y nadie se dio cuenta. Así que no es de extrañar que la mayoría de los responsables perdieran peso; algunos acabaron con diez kilos menos. 



jueves, 14 de junio de 2018

10 años de la Expo Internacional del Agua de Zaragoza

Para muchos, puede resultar algo lejano y hasta desconocido, pero su papel en la transformación de Zaragoza fue trascendental. Podría decirse que histórica a tenor de la revolución urbanística y social que trajo consigo.  


La celebración de la Exposición Internacional de 2008 hizo posible proyectos reivindicados durante décadas, como la conclusión de los cinturones de ronda y la autovía Mudéjar, la multiplicación de puentes y pasarelas sobre los cauces y algo impensable hasta entonces, como la recuperación de las riberas del Ebro, Huerva y Gállego y la conversión del meandro de Ranillas en el nuevo pulmón verde y administrativo de la ciudad. Si se cuantifica en dinero, más de mil millones de euros de inversión pública, pero también llevó aparejado intangibles como la pacificación del tráfico en el centro y la apuesta por la bicicleta como medio de comunicación sostenible. También se construyó una terminal en el aeropuerto de Zaragoza por la que pasan más de 458 000 viajeros al año sin que muchos de ellos caigan ahora en la cuenta o recuerden que hizo falta celebrar un evento internacional para jubilar las viejas instalaciones que se remontaban a la época franquista.

Su influjo también se percibió en la propia oferta turística de la ciudad, con una fuerte inyección privada para renovar y multiplicar las plazas hoteleras existentes y también pública para poner al día o ampliar equipamientos como el Paraninfo y el museo Pablo Serrano. También se dotó a la ciudad de un acuario fluvial que es una referencia nacional.

Este legado sería impensable sin la organización de la cita de 2008, que sirvió de catalizadora para saldar buena parte de la deuda histórica del Estado con la capital y catapultarla en la esfera nacional. Eso sí, se pinchó en las aspiraciones de atraer visitantes internacionales, tanto al recinto expositivo como en la posterior etapa postexpo. De hecho, en el verano de 2008 pasaron por el recinto de Ranillas 5,5 millones de visitantes, 1 millón menos de los previstos inicialmente. Y ahora hay más turistas extranjeros que visitan la ciudad, sí, pero no en las proporciones que se ambicionaban hace una década gracias al tirón de imagen de un evento internacional.


Todo esto fue posible porque las administraciones y la sociedad civil impulsaron un plan de acompañamiento a la Expo cargado de actuaciones en la capital. Todas ellas sumaban una estimación de inversiones aún mayor, hasta alcanzar los 1349 millones. En el listado se incluyeron las infraestructuras anteriormente mencionadas, pero también la línea de cercanías Casetas-Miraflores que se inauguró días antes de la muestra, el tranvía, proyectos de abastecimiento de agua, el complejo Aragonia, la Ciudad del Agua de Ejea o la fallida segunda estación del AVE que se dejó a medio construir junto a la Feria de Muestras.

Los urbanistas destacan como uno de los pilares del legado de 2008 el plan de riberas, que permitió dotar a la ciudad de medio centenar de kilómetros de paseos verdes a lo largo de los tramos urbanos de sus cauces. El exalcalde, Juan Alberto Belloch, siempre destacó que, con el presupuesto ordinario municipal, se hubieran necesitado 30 años. «Se llegó a la conclusión de que la forma de arreglarlo era una Expo», declaró en su inauguración oficial, el 10 de junio de 2008, cinco días antes de que el recinto de Ranillas abriera sus puertas al público.

Para hacerse una idea del alcance, se llegaron a invertir 350 millones de euros si se incluye la reconversión del meandro de Ranillas en un gigantesco parque dotado de servicios y el azud del Ebro. El nuevo pulmón verde, de 125 hectáreas giró la ciudad hacia el río, que se ha consolidado como un un eje de centralidad urbana, especialmente para el ocio familiar en una ciudad que hasta ese momento vivió de espaldas al Ebro.

La intervención también fue de calibre en el capítulo de las comunicaciones. No solo por el cierre del tercer y cuarto cinturón, sino por la urbanización de los viales del barrio del AVE, la transformación de los accesos de la A-68 en avenida urbana, el vial norte del Actur, la adecuación de la autovía de los Pirineos o el paso inferior sobre la rotonda de la MAZ, en la salida hacia Huesca.

Este impacto urbano es precisamente la principal fortaleza destacada en un informe monográfico sobre la Expo que hizo el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA) un año después de su clausura. «Contribuyó a la renovación de la imagen de la ciudad a causa de las obras arquitectónicas y monumentales, nuevos trazados urbanísticos, mejora de las comunicaciones entre barrios y rupturas de barreras urbanísticas que los separaban entre sí y nuevos espacios públicos de bienestar y ocio», detalló.

Igualmente incluyó la conversión del Ebro «en eje vertebrador de la ciudad», la finalización, de infraestructuras pendientes, los nuevos equipamientos deportivos y de ocio y, especialmente, las más de 200 hectáreas de zona verde que se recuperaron para la ciudad con la intervención en las zonas colindantes a las riberas.

El CESA también aludió a importante intangibles que siguen vigentes una década después, como es la elevada respuesta y consolidación del movimiento de voluntariado. Igualmente destacó el efecto aglutinador que tuvo la Expo, convirtiéndose en un «claro vehículo de unidad, de integración y de incremento de la conciencia colectiva».

Los cálculos sobre el impacto aún son mayores para la Fundación de Economía Aragonesa (Fundear), que estimó un año después de la clausura que Zaragoza y su entorno recibieron hasta 2.600 millones en inversiones y beneficios.

Semejante inversión económica se tuvo que hacer en un tiempo récord, especialmente lo que concierne a la transformación del meandro de Ranillas en un complejo de pabellones de 25 hectáreas rodeado de un parque equipado. Solo hay ver las imágenes aéreas de 2005 para ver como un paraje de huertas se convirtió en un pulmón verde y en un nuevo centro de ocio y trabajo.


De ello se encargó el equipo de Expoagua, que además logró cerrar el evento internacional con un déficit del 0,8%, muy lejos de la desviación de Sevilla, que llegó al 134%. El que fuera director de Recursos y Medios de Expoagua, José Luis Murillo, recuerda que hubo cientos de adjudicaciones de todo tipo «sin una sola comisión o duda al respecto». Y apunta que se contrataron a 2000 personas en 2 días para atender a los visitantes de la Expo un mes antes de la apertura sin que hubiera incidencias. Murillo también incide en el cambio que supuso para la ciudad en cuestiones que ahora no se aprecian por formar parte de la vida cotidiana. «Ya no recordamos lo lejos que estaba el Actur de la estación del AVE», señala en alusión a la aportación que supuso cerrar el tercer cinturón por Ranillas con el puente del Tercer Milenio.

Los portavoces de la Asociación Legado Expo, Juan Ibáñez y Miguel Ipas, subrayan precisamente como uno de los principales legados la transformación de la movilidad en la ciudad. «Los dos cinturones y los puentes permitieron peatonalizar parte de la zona histórica y reducir ostensiblemente el espacio para los vehículos en el centro al poder desviarse el tráfico», apuntan.

Atrás quedan los tiempos en los que había que cruzar la parte histórica para comunicar las dos márgenes de la ciudad o para salir o entrar procedente de Huesca por el Mercado Central. La avenida de César Augusto era un verdadero embudo viario hasta que el tranvía se convirtió a partir del 2012 en el único medio de transporte con derecho a circular en esta arteria. Ibáñez e Ipas también recuerdan que el servicio municipal de alquiler de bicicletas, Bizi Zaragoza, echó a andar al calor de la Exposición Internacional. «Ese cambio de cultura en la movilidad empezó en 2008», añaden. 

Los datos confirman este cambio exponencial. Cinco años antes de la Muestra, la capital contaba únicamente con ocho tramos de carril bici que sumaban 12 kilómetros, pero se dispararon gracias a los que se construyeron en el tercer cinturón o las riberas. La red no ha dejado de crecer desde entonces y ahora se extiende a lo largo de 131 kilómetros. Sus últimas incorporaciones, las del paseo de Sagasta y la avenida de Gómez Laguna.

Una de las zonas conectadas, como no podía ser de otra forma en una exposición dedicada al agua y el desarrollo sostenible, es la zona de Ranillas. Su reconversión en parque empresarial se tuvo en cuenta cuando se diseñó el recinto de pabellones, lo que permitió una rápida transformación y ajustar la factura en la medida de lo posible.


Pese a la galopante crisis económica que frustró buena parte de las operaciones ya firmadas con empresas, la realidad es que más del 75% de la superficie comercializada ya está ocupada y que cerca de 3000 personas acuden a diario a trabajar. Eso sí, se tuvo que recurrir a trasladar sedes oficiales para dar vida al recinto. La más importante, la Ciudad de la Justicia, a la que siguieron la Consejería de Educación y múltiples organismos públicos. En total, se han implantado casi medio centenar de organismos y empresas.

El que fuera presidente de la Expo, Roque Gistau, consideró en plena recesión, en 2010, que harían falta diez años para llenar el recinto, aunque aún se está lejos de lograrlo y nadie se atreve a ponerle fecha. Pero como el resto de implicados, reconoce que la transformación que sufrió la ciudad fue histórica y no hubiera sido posible sin la Muestra Internacional.

Fuentes: Heraldo.es y archivo fotográfico de Heraldo.

martes, 1 de agosto de 2017

El fracaso estrepitoso del nacionalismo en Barcelona 92


«Invitamos a los barceloneses a adornar los balcones de la ciudad sólo con senyeras». La consigna fue dada por Convergència Democràtica de Catalunya, el partido de Jordi Pujol, para convertir el recorrido de la antorcha olímpica en una manifestación de nacionalismo. No solo se animaba a exhibir la enseña, sino también pancartas de «Freedom for Catalonia» (libertad para Cataluña). El Gobierno de la Generalitat auspició una campaña en la prensa internacional para presentar a Barcelona como capital de Cataluña. También se editaron publicaciones como «Tot sobre Catalunya», «Catalonia 92, an european nation» para «educar» a los más de diez mil periodistas acreditados a los Juegos. TV-3 y Catalunya Rádio se unieron a la campaña.

Pero la campaña fracasó estrepitosamente. Barcelona 92 se convirtió en el «Big Bang» de la Marca España, y los temidos desaires a los símbolos de España o abucheos al Rey no se produjeron o fueron silenciados rápidamente por la apoteosis de éxitos de nuestros deportistas. Don Juan Carlos fue testigo directo de muchos de ellos. Una de las imágenes más perdurables es la de Felipe VI, a la sazón Príncipe de Asturias, como abanderado del equipo español. O un Camp Nou abarrotado y lleno de banderas españolas cuando la selección de fútbol conquistó el oro frente a Polonia. Sobre el césped, formando parte de ese quipo, un exultante Pep Guardiola.



En aquella cita histórica que marcó a varias generaciones, Daniel Plaza dio el primer oro de la historia al atletismo español al vencer en la prueba de 20 kilómetros marcha. Pero hubo más héroes que días de competición. Memorable fue la plata de Antonio Peñalver en decatlón. El oro femenino en hockey sobre hierba. Los de Almudena Muñoz y Miriam Blasco en judo. La victoria del equipo de tiro con arco. La de Martín López-Zubero en la piscina tras nadar 200 metros espalda. La de José Manuel Moreno en la pista de ciclismo después de dejarse la vida en un kilómetro. Más la cosecha de seis medallas (5 de oro) en un caladero siempre propicio, la vela.

De repente, los deportistas españoles ganaban por tierra, mar y aire. Especialmente dichosa fue la jornada del 8 de agosto, que nos regaló la imagen icónica de Fermín Cacho atacando en la última curva y entrando en la meta para ganar una de las pruebas reina del atletismo, los 1500 metros. Más el boxeo, el tenis, el waterpolo, la gimnasia rítmica... Barcelona fue, en efecto, «capital» de España durante aquel memorable verano.


domingo, 2 de octubre de 2016

El descenso del socialismo en Europa

Pulsa en la imagen si la quieres ver en su tamaño original

Resulta curioso el descenso que han experimentado en los últimos años...

miércoles, 16 de diciembre de 2015

El mejor resumen del cara a cara 2015

¿No dicen aquello de que "una imagen vale más que mil palabras"? Pues eso...


Y para reacción, la del "moderador"...


Tú y todos. Vaya nivel de políticos tenemos en España. Vaya nivel.

(Visto en FinoFilipino.org)

sábado, 12 de diciembre de 2015

Los partidos minoritarios que crecen y puede que desconozcas

Con motivo de las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, vamos a hacer un repaso a los partidos minoritarios que probablemente no lograrán representación gracias a la poco proporcionada ley electoral D'Hont (la cual daría para una disertación más detallada) y al conocido como voto útil, centrándonos en los que se presentan a nivel estatal o al menos en circunscripciones de varias comunidades. Vamos a ver sus principales propuestas y las líneas ideológicas de los mismos.

Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA)

El Partido Animalista se presenta a nivel nacional con un programa eminentemente ecologista y que busca la defensa de los derechos de los animales especialmente en las situaciones de desprotección más graves, como se ve en algunas de sus propuestas: fin de la caza del lobo y su protección en España (ya está protegido en Portugal) para frenar los asesinatos autorizados, fin de alimentación forzada de animales para comercialización de productos alimenticios, etc. Pero sin duda la que es su lucha más feroz es la que llevan a cabo contra el Toro de la Vega y otros festejos de tortura.

Su cara más visible es Laura Duarte, que ahora se presenta como número 1 por Madrid al Senado, mientras que Silvia Barquero hace lo propio al Congreso. No obstante, y aunque el partido tenía una fuerte tendencia al alza (176.237 votos en las europeas de 2014), algunos líos con excandidatos neonazis y su decisión de no confluir con otros grupos ecologistas ha hecho que a día de hoy sean Equo y Compromís quienes estén abanderando las medidas en defensa del medio ambiente ya desde las propias instituciones.

Silvia Baquero, número 1 de PACMA al Congreso de los Diputados












VOX

VOX es un partido surgido por una escisión a la derecha del Partido Popular, se define como liberal, antiabortista, monárquico, democristiano (favorables de derechos de inmatriculación eclesiástica) y centralista (pues una de sus medidas estrella sería la supresión del Estado de las Autonomías y la eliminación total de los Parlamentos Autonómicos para centralizar competencias).

Este partido antisistema de derechas fue fundado por Santiago Abascal y José Antonio Ortega Lara como respuesta a la supuesta tibieza del PP y llegan a solicitar la ilegalización de los partidos de izquierda abertzale como Sortu, Bildu y Amaiur. También son favorables a la tauromaquia.

Su cara más visible ha sido Alejo Vidal-Quadras, pues su incorporación al partido supuso un golpe de efecto al tratarse del rostro con los mejores datos históricos del PP en Cataluña y vicepresidente del Parlamento Europeo. Sin embargo, este partido ha perdido muchas de sus personalidades más conocidas (entre las que se encuentra Vidal-Quadras) tras proponer un acercamiento a partidos como Ciudadanos y UPyD, que finalmente no lograron coaligarse. Ahora es Carmen Lomana la imagen más mediática de la formación como número 3 al Senado por Madrid (donde en las elecciones europeas logró su mejor resultado histórico con el 3,64% junto al 5,96% logrado en Melilla, donde fue cuarta fuerza) y sonado fue el fichaje de Salvador Monedero (padre del cofundador de Podemos, ocupando un testimonial puesto 36 al Congreso por Madrid).

El partido que ahora lidera Santiago Abascal ya logró 244.929 votos en las elecciones europeas, 22 concejales en las últimas elecciones municipales (incluyendo ciudades como Villanueva de la Cañada, Guadarrama y Villaviciosa de Odón) y 2 alcaldías (Cerdeñuela de Riopico en Burgos y Barruelo del Valle en Valladolid).

Santiago Abascal, líder de VOX

Recortes Cero - Grupo Verde

Este movimiento se presenta en todo el territorio nacional siendo, junto con el PACMA y los seis grandes, los únicos que logran candidaturas en las 52 circunscripciones tanto para el Congreso como para el Senado. De nuevo junto al PACMA, son los únicos de los ocho que presentan a una mujer (en este caso, Nuria Suárez) como candidata a la presidencia del gobierno.

Han recibido el apoyo explícito del escritor Juan Goytisolo (quien recordemos también apoyó a Podemos durante su discurso al recibir el Premio Cervantes este año), el actor Héctor Alterio o el pintor Antonio López. La formación ecologista y anti-recortes ya logró 30.958 votos en las últimas elecciones europeas.


Nuria Suárez, aspirante a presidenta del Gobierno por Recortes Cero
 Escaños en Blanco (EB)

El caso de este singular partido es paradigmático de la frustrante lucha contra la ley electoral y el sistema D'Hont, pues mientras una abstención favorece a los grandes partidos, votar en forma de queja a Escaños en Blanco sí computa el voto. 

De esta manera, al lograr representación los asientos quedarían vacíos en señal de protesta computable. En estos momentos solo cuenta con tres no-concejales por Foixá en Gerona y Gironella en Barcelona, pero en las europeas de 2014 logró quedar justo detrás de PACMA con 115.308 votos, destacando el 2,04% por Zaragoza

Ahora se presenta a las generales por Álava, Asturias, Barcelona, Córdoba, Huesca, Madrid, Murcia, Palencia, La Rioja, Santa Cruz de Tenerife, Tarragona, Teruel, Vizcaya y Zaragoza.


Por Un Mundo Más Justo (PUM+J)

Este partido se presenta únicamente en Almería, Granada, Madrid, Las Palmas y Vizcaya. Su intención es acabar con la pobreza, lograr la igualdad, incentivar la ayuda al desarrollo, realizar políticas de condonación para la deuda externa y establecer unas reglas de comercio justo entre países. 

Estuvo a punto de entrar en Podemos para las elecciones autonómicas y ha promovido varias candidaturas dentro de Ahora en Común para tratar de confluir con IU en Unidad Popular.

Miguel Ángel Vázquez, cabeza visible de PUM+J
 Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE)

Este partido se presenta en toda España y surge de las diversas escisiones que se produjeron en el Partido Comunista de España (PCE) en 1984. Formó parte de la coalición IU entre 1986 y 1988. Uno de los máximos dirigentes en su fundación fue José Antonio Moral Santín, ahora repudiado por todo militante de IU pues tras dejar el PCPE volvió al PCE y por tanto a IU, logrando ser presidente del Consejo de Administración de Telemadrid y vicepresidente de Caja Madrid, y se ha visto involucrado en el caso de las tarjetas black por gastos personales de 456.500 €, ha pactado la permanencia de Miguel Blesa al frente de la caja y ha formado parte de la corriente de los dirigentes de IU en Madrid, junto con Gregorio Gordo y Ángel Pérez, para acabar con Alberto Garzón al frente de IU (todos los mencionados ya han sido expulsados del partido).

Mientras tanto, el PCPE se ha fusionado con multitud de partidos y sufrido escisiones de otros tantos como si del Frente Popular de Judea y el Frente Judaico Popular se tratase. Estos colectivos han resultado del todo irrelevantes frente al PCE y el control que ha demostrado sobre IU, pese a sus 29.324 votos en 2014 y a que IU ahora también lucha por mantener la representación.

Eduardo Corrales, del PCPE
 Partido Humanista (PH)

El Partido Humanista es uno de los miembros fundadores de IU junto con los ya citados PCE y PCPE, y de nuevo acabaron disgregados por el llamado mal de la izquierda desunida. Se fundamenta en el rechazo de la violencia y de los efectos que esta provoca.

En este caso fue expulsado de IU a petición de todos los demás partidos pues su ideología es difusa ya que el PH en algunos países se alía con partidos de izquierda y en otros con la extrema derecha. Se le acusa de ser tapadera de la secta La Comunidad (Comunidad para el Desarrollo Humano) en Chile. En España alcanzó su pico con 15.278 votos en las últimas elecciones europeas y el 20-D se presenta por Asturias, Cantabria, Madrid y Las Palmas.

Eva María Ubago, del PH
 Solidaridad y Autogestión Internacionalista (SAIn)

Este partido concurrirá el 20 de diciembre por las circunscripciones de La Coruña, Burgos, Cantabria, Guadalajara, Jaén, Madrid, Murcia, Navarra, Palencia, Las Palmas y Valladolid. Es una organización cuanto menos curiosa pues se define de izquierda democristiana y hace especial hincapié en la defensa de la vida y de los valores de la familia religiosos enfrentando sus posturas con PSOE e IU, queriendo redefinir el socialismo desde los preceptos democristianos. 

Del mismo modo, contrasta su apuesta por la solidaridad en la inmigración con sus ideas contra los nacionalismos y a favor del internacionalismo con medidas de izquierda social. Por lo tanto, se muestran tolerantes con la política social pero no con el respeto a las sensibilidades territoriales, el laicismo ni las libertades individuales.

Pilar Gómez-Ulla, de SAin


Falange Española de las JONS 
(FE de las JONS)

Sí, siguen existiendo. La Falange Española de las Juntas de Ofensiva Militar Sindicalista también se presenta a nivel estatal. Busca el distanciamiento del régimen dictatorial franquista al denominarse herederos ideológicos del partido antes de que Franco le obligase a fusionarse con la Comunión Tradicionalista, por lo que se acerca más al fascismo italiano y a Primo de Rivera, con una ideología por todos conocida.

Su cara más mediática en la actualidad ya no figura en sus listas: Dimas Gimeno, ahora presidente de El Corte Inglés, el cual se presentó como candidato en tres ocasiones junto a sus hermanos en Falange Española Independiente, lo cual potenció ambas marcas antes de la disolución de esta en 2004. 

En las pasadas elecciones europeas de 2014 lograron duplicar sus apoyos hasta los 21.577 votos (0,13%), mientras que en estas elecciones cuenta con algo a favor (que comparte con VOX) y es la falta de competidores en el espectro ideológico de la extrema derecha pues España 2000, Partido por la Libertad y Plataforma per Catalunya no se presentarán mientras negocian su constitución en federación tras haber colado el xenófobo PxC muchos de sus candidatos en listas de Ciudadanos.

Norberto Pico, líder de la FE de las JONS

Democracia Nacional (DN)

Este partido sigue la línea de formaciones ultraderechistas pero concurre en Almería, Castellón, Ciudad Real, Huelva, León, Soria y Valladolid

Se define como social-patriota y mantiene vínculos con movimientos como Amanecer Dorado, los neonazis griegos; o el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen. Con sede en Alcalá de Henares (feudo tradicional de España 2000 junto a San Fernando de Henares), Democracia Nacional es un partido que se manifiesta en contra de la inmigración, el terrorismo, el independentismo y el capitalismo pero mantiene fuertes discursos xenófobos y racistas.

En las elecciones europeas logró 12.904 votos en toda España, suponiendo un exiguo 0,08% del total y subiendo en más del 25% sus apoyos con respecto a 2009. Pero no es suficiente para hacer sombra al otro gran neonazi de Alcalá de Henares, pues mientras en las elecciones municipales de 2011 Democracia Nacional logró 671 votos (0,77%) frente a los 4.541 de España 2000 (5,18% y 1 concejal), en 2015 no concurrió a los comicios en el municipio y España 2000 pudo ascender hasta los 5.214 votos (5,82%), logrando la hazaña de superar a IU, UPyD y VOX. Una verdadera barbaridad. ¿Aprovechará VOX para arrasar en el municipio ahora que Democracia Nacional y España 2000 no se presentan a las elecciones generales allí?

Manuel Canduela, de DN
 Partido Libertario (P-LIB)

De nuevo tenemos un partido que solo concurre por las circunscripciones de Alicante, Cádiz, Madrid, Málaga y Sevilla. El anteriormente conocido como Partido de la Libertad Individual hace gala de los mismos mantras de los liberales: hablar de libertades individuales cuando en realidad se refieren a libertades económicas. Así pues, entre sus medidas apoyan incluso el matrimonio entre más de dos personas, sean del sexo que sean. 

Se trata en cierto modo de un partido ultraliberal pues no cree en la economía libre de mercado sino que aboga por el anarcocapitalismo, que elimina la regulación del Estado. Logró 9.644 votos en las últimas elecciones europeas de 2014.

Daniel Martínez, del P-LIB
 (Fuente textos e imágenes: Los Replicantes.com)