sábado, 24 de noviembre de 2018

Gracias, Fernando

Se acabó. La aventura de Fernando Alonso en Fórmula 1 toca a su final, tal y como avanzó el mismo piloto asturiano a mediados de agosto en sus redes sociales. Y lo hará en el último gran premio de la temporada: el gran premio de Abu Dhabi.

Si nos paramos a pensar un poco, podemos deducir que la carrera del español en Fórmula 1 desde que dejara la Scuderia Ferrari allá por el año 2014 ha sido un desastre, pero, sinceramente, creo que le tenemos que estar muy agradecidos a Fernando. Le tenemos que estar agradecidos por hacer que la Fórmula 1 haya sido durante unos cuantos años uno de los deportes más seguidos en España. Le tenemos que estar agradecidos por hacernos vibrar en aquellas carreras cuando luchó y ganó por los campeonatos en los años 2005 y 2006, por aquel tumultuoso pero emocionantísimo año 2007 en McLaren-Mercedes, por aquellos momentos en Ferrari desde 2010 hasta 2014. Y también le tenemos que estar agradecidos por hacer que España fuera reconocida en el exterior no solo por el Real Madrid o el FC Barcelona. Bien es cierto que los deportistas Pau Gasol y Rafa Nadal (para mí son los tres deportistas más grandes que ha dado España en toda su historia) también han sido unos perfectos embajadores del deporte español, pero Fernando fue el que llegó primero, puso a Asturias en el epicentro del deporte mundial y logró triunfar en una disciplina en la que nadie había triunfado antes.

Alonso cruzando la meta en el GP de Brasil 2005 en tercer lugar, lo que le aseguraba el campeonato del mundo de pilotos de forma matemática.

Bueno, vale, no fue el primer pionero de los deportes de motor en nuestro país. Eso os lo compro. Ángel Nieto y Carlos Sáinz tienen mucho de que hablar en este aspecto, pero en Fórmula 1, ningún español había logrado tanto desde Alfonso de Portago.

Es muy probable que la carrera de Fernando en Fórmula 1 no haya sido tan exitosa como muchos esperábamos que fuera en el lejano año 2003, cuando empezó a demostrar su calidad a bordo de un Renault. Muchos decíamos: "si se hubiera ido a Ferrari en lugar de irse a McLaren..." O, ya en 2009-2010, "si se hubiera ido a Red Bull, ahora tendría 8 mundiales". Bueno, eso no son más que conjeturas. Lo de decir que fuera tan gafe como don Carlos Sáinz, NI DE COÑA. Nadie sabía en el momento en el que se encontraba lo que iba a pasar y cómo iban a suceder los acontecimientos.

A finales de 2005 anunció que se iba a McLaren-Mercedes para 2007 y nadie, repito, NADIE, pensaba lo que iba a pasar aquel año. Que si la trama de espionaje, que si los mamoneos que hizo el jefazo Ron Dennis para hacer que Hamilton despuntara, que si el por saco que dio el papi de Lewis todo el año en el box... Bien es cierto que tenían un cohete, pero todo se torció y acabó como acabó meses más tarde. Los años 2008 y 2009 fueron un impasse para acabar recalando, finalmente, en la Scuderia Ferrari. Muchos nos frotábamos las manos y al final nos llevamos unos cuantos chascos bien gordos. En 2010 cometieron aquella cantada en la última carrera, en 2011 no hubo manera de meterles mano a los intratables Red Bull, en 2012 faltó un pelo para ganar el mundial, en 2013 todo iba bien hasta que la FIA le permitió las trampas a los Red Bull y 2014 fue un año nefasto con la llegada de los nuevos motores y reglas. Hasta yo me llevaba las manos a la cabeza con los ridículos de Ferrari carrera tras carrera y me emocioné cuando supe que volvía a McLaren, equipo que volvió a unir fuerzas con la marca nipona Honda. Pero ya se sabe que, salvo contadísimas excepciones, segundas partes nunca fueron buenas. 2015 fue una temporada para hacer pruebas. En 2016 parecía que todo funcionaba mejor, pero en 2017 fue algo similar que dos años antes e hizo que el matrimonio McLaren-Honda se divorciara antes de tiempo debido a los pésimos resultados. Sin embargo, la llegada de Renault como nuevo motorista de la escudería de Woking no ha servido de mucho y a la vista están los resultados de los dos pilotos durante todo este 2018. ¿Qué os jugáis a que en 2019 y en los años venideros Honda tiene un pepino de motor y que los Red Bull volarán? La respuesta, a partir del año que viene...

Alonso celebrando su mejor victoria en Fórmula 1: el GP de Europa 2012 celebrado en Valencia.
Fernando se puso como meta lograr la triple corona del automovilismo (ganar en el GP de Monte-Carlo, ganar en las 24 horas de Le Mans y ganar las 500 millas de Indianápolis) y está cerca de conseguirlo tras vencer el pasado mes de junio en el trazado francés de Le Sarthe. Ojalá lo consiga lo más pronto posible o durante los próximos años y, ya esto es un deseo personal, ojalá vuelva en un plazo corto-medio a la Fórmula 1 a un equipo puntero que le permita luchar para estar arriba y para conseguir su tercer campeonato e igualar al mítico Ayrton Senna.

Fernando no ha sido el piloto que ha ganado más carreras, el que ha hecho más poles o siquiera el que ha obtenido un mayor número de vueltas rápidas en su palmarés. Es más, muchos pensaban que era borde o antipático, pero, con el paso del tiempo, ha logrado llegar a la gente y ha demostrado que tenía y que tiene talento en sus manos. Con razón los expertos en la materia lo colocan en el Top 5 de pilotos de la historia. Si ellos lo dicen, que saben algo del tema, habrá que escucharles...

Alonso en 2016
Yo, como seguidor de la Fórmula 1 desde que era un niño, por todos los momentos vividos (y por los que están por llegar)...

GRACIAS POR TANTO, FERNANDO.

domingo, 11 de noviembre de 2018

El 11 de noviembre y las amapolas

John McCrae fue un médico de origen canariense que sirvió como cirujano en un hospital de campaña durante la Primera Guerra Mundial. Además de su vocación por la medicina, McCrae era un gran amante de la poesía y siempre que podía (o era visitado por las musas de la inspiración) escribía algún poema.



Esto le pasó el 3 de mayo de 1915, cuando tras acudir al funeral de su compañero Alexis Helmer, fallecido en el campo de batalla, el acto fúnebre le inspiró para escribir un poema que tituló «En los campos de Flandes» y en el que hacía mención a las amapolas que brotaban de las tumbas de los soldados que habían muerto en aquella guerra.



El poema fue publicado poco tiempo después en la revista británica Punch (muy de moda en aquel tiempo gracias a la feroz crítica que hacía del conflicto bélico). Meses después, Moina Michael, una de las secretarias de la oficina de la YMCA en Nueva York quedó emocionada por las letras escritas por John McCrae y el 9 de noviembre de 1918 (dos días antes del armisticio de la Primera Guerra Mundial) decidió comprar unas amapolas y repartirlas entre los asistentes en la conferencia que celebró la YMCA.

La francesa Anna Guérin (también voluntaria de la organización) quedó conmovida por el gesto de su compañera Moina y cuando volvió a Europa decidió hacer lo mismo en su país, coincidiendo con el final de la Gran Guerra el 11 de noviembre. Desde entonces, coincidiendo con el aniversario y todas las conmemoraciones que se realizan durante el mes de noviembre, son infinidad las personas que cada año lucen una amapola (colocada en la solapa o en el pelo) como homenaje a los soldados caídos.



Este día es conocido internacionalmente como el ‘Poppy Day’ (Día de la Amapola o Día del Recuerdo).
 
El poema «En los campos de Flandes» dice así:
«En los campos de Flandes
crecen las amapolas.
Fila tras fila
entre las cruces que señalan nuestras tumbas.
Y en el cielo aún vuela y canta la valiente alondra,
escasamente oída por el ruido de los cañones.
Somos los muertos.
Hace pocos días vivíamos,
cantábamos, amábamos y éramos amados.
Ahora yacemos en los campos de Flandes.
Contra el enemigo continuad nuestra lucha,
tomad la antorcha que os arrojan nuestras manos agotadas.
Mantenerla en alto.
Si faltáis a la fe de nosotros muertos,
jamás descansaremos,
aunque florezcan
en los campos de Flandes,
las amapolas».
Cabe destacar que el hecho de lucir una amapola en la solapa (u otras partes del cuerpo) se realiza practicamente durante todo el mes de noviembre, siendo el día álgido de esta tradición el 11 de noviembre (Poppy Day), al ser la efeméride del Día del Armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.