Tal y como hago cada año, y para no faltar con la costumbre, me gustaría desearos a todos que tengáis un fantástico año 2022 pleno de éxitos tanto en el plano personal como en el profesional.
Recordad los buenos momentos y las lecciones que hayáis podido aprender a lo
largo y ancho de este 2021 y haced todo lo que esté en vuestras manos para que el 2022 sea el mejor año de vuestras
vidas.
Tal y como sucede cada año desde que emprendí la aventura de escribir este
blog y para no perder esta sana costumbre, quiero desearos a todos una
muy Feliz Navidad.
Y, sobre todo, que la celebréis llenos de gozo y alegría, junto con
todas aquellas personas que os quieren y aprecian. Y si habéis tenido
algún problema, aparcad vuestras diferencias, aunque sea solo por unos
pocos días.
Tampoco puede faltar mi agradecimiento por
haber sacado una miguita de vuestro tiempo y por haberos dado una
vueltecita por el blog.
Hoy tendrían que comenzar oficialmente las Fiestas en honor a Nuestra Señora del Pilar, del 9 al 17 de octubre.
Pero como aún estamos en tiempos de pandemia, aunque hayan sido "suspendidas", hay una denominada "Semana Cultural", o, para que nos entendamos y nos dejamos de las tontadas pueriles de los políticos estúpidos que tenemos que aguantar: las denominadas
"no fiestas". Con sus "no botellones", con sus "no conciertos", con sus "no encuentros con
familiares", con sus "no cenas con amigos", con sus "no ferias", con su
"no recinto ferial", etc., etc., etc.
Semana cultural... sí, de la CULTURA DE BAR. Menuda soplaguindez, sin acritud. Está más que claro que si la petarda de la vicealcaldesa naranjita, Sara Fernández, no monta unas fiestas, le da un algo, un chungazo, o REVIENTA. En fin.
Y, a diferencia de la entrada que hice hace dos años, esta vez SÍ HAY VÍDEO del pregón. De los últimos pregoneros hasta la fecha, el cuarteto B-Vocal. Del mítin aquel disfrazado de pregón que dieron aquellas pedorras en el balcón del Ayuntamiento, ni hay vídeo en YouTube y ni está ni se le espera... Por cierto, Ander, majo, ni convocatoria con la selección española ni pregón ni gaitas... ¡Qué mala suerte, chato! (aunque ya querría tener su mala suerte... (estar forrado, tener la vida resuelta... bueno, qué más da).
Como hay tantas opiniones como culos, ahí dejo la mía: no debería haber ni fiestas, ni semana cultural del bar, ni "no fiestas". Un poquito de empatía con Huesca, Teruel y todos esos pueblos que se quedaron sin fiestas por segundo año consecutivo. Pero bueno, que los políticos municipales y autonómicos que tenemos, como son tan guáis del Paraguay y saben tanto, ¡pues no pasa nada! Bah, pa qué... Es gastar energía tontamente.
Pasad buenos días y bueno, que paso de decir lo que debéis o no debéis de hacer. Id a donde queráis ir, con quien queráis y haced lo que os salga de los cojones y disfrutad bajo vuestra propia responsabilidad.
Ojalá unas fiestas en condiciones en 2022, sin mascarillas, sin restricciones, sin listas y sin mierdas. Y yo pirándome bien lejos de Zaragoza para no tener que soportarlas.
En muchos lugares del planeta, cada 1 de abril se celebra el “April Fools' Day” cuya traducción sería “El día de los tontos de abril”.
Este día se celebra lo que sería nuestro 28 de diciembre, el día de los Inocentes. En Francia se conoce como “poisson d’avril” y en Italia “pesce d’aprile”
(pescado de abril), por el hecho de que, aparte de las bromas, se
enganchan en la espalda unos muñecos con forma de pez (similar a la
famosa llufa o monigote del 28D).
El April Fool’s Day es un día para gastar bromas y divertirse a costa de la incredulidad de los demás.
Existen varias teorías acerca del porqué de esta fecha para hacer
inocentadas. Una de las más extendidas tiene que ver con la instauración
del calendario gregoriano en 1582.
El Papa Gregorio XIII movió la celebración del inicio
oficial del año al 1 de enero, en lugar del 1 de marzo, como hasta la
fecha se había estado celebrando. Hasta entonces, la Fiesta de la Anunciación que
se realizaba a lo largo de una semana (entre el 25 de marzo y el 1 de
abril) era el festejo con el que se celebraba la entrada del nuevo año
así como el final de la época invernal y la entrada del buen tiempo. A
aquellos que no se enteraron del cambio de fecha de celebración del Año
Nuevo (ojo, de celebración, no de entrada) o fueron acérrimos
tradicionalistas, que querían seguir como hasta entonces, se les llamó
“April Fools” y fueron víctimas de bromas y burlas. Esta costumbre se
fue difundiendo por gran parte de Europa.
Esta explicación tiene cierta lógica, pero nos encontramos que no
puede ser el verdadero origen del April Fools' Day por la siguiente
razón: las referencias a April Fools' han existido desde antes de
1582, pues en Inglaterra el calendario gregoriano no se adoptó hasta
1752 y la celebración del April Fools' Day se realizaba en ese país
muchísimo antes de la llegada del cambio.
Otra explicación es que el cambio de las estaciones de invierno a
primavera saca despreocupación y una propensión para la diversión. Ello
lo vemos reflejado en fiestas que se celebraban hace más de dos mil años
en Roma, como la Fiesta Hilaria o Día de la alegría, un festival romano de regocijo que tenía lugar alrededor del 25 de marzo. Los hindúes celebraban (y siguen haciéndolo) el Festival Holi coincidiendo con el cambio de estación. El Holi es un festival que llena la India de color y locura; así como la judía de Purim, eran fiestas alegres que tenían lugar en las proximidades de principios de abril.
Sea cual fuere el verdadero origen del April Fools' Day, lo que sí
está claro es que es un día para divertirse, reír a carcajadas y gastar
un buen puñado de bromas.