En ocasiones, en nuestra vida cotidiana, tenemos la ligera, y a veces desconcertante, impresión de reconocer una situación, pero se desconoce la razón, y sobre todo, el porqué. Esto es a lo que se denomina
Déjà vu y el significado de esta palabra traducida al español es “
ya visto”. Ésta palabra se debe a
Emile Boirac, un filósofo y psíquico francés que vivió a finales del siglo XIX y principios del XX.
Pero lo primero que debemos decir es que existen tres tipos de
déjàvus:
1.- Déjà vécu: El significado de su traducción es “
ya vivido o experimentado”. Es el que experimenta la mayoría de la gente. Las encuestas han revelado que hasta el
70% de la población ha tenido estas experiencias,
normalmente en edades comprendidas entre los 13 a los 25 años, cuando la mente aún está sujeta a advertir el cambio en el entorno. La experiencia suele estar relacionada con un suceso muy banal, pero llega a resultar tan impactante que se recuerda durante años.
El
déjà vécu acompaña a una experiencia que incluye más que la simple vista, por lo que denominarla como déjà vu suele ser inexacto. La sensación incluye una gran cantidad de detalles, percibiéndose que todo es exactamente como fue antes.
Más recientemente, el término
déjà vécu ha sido usado para describir sentimientos muy intensos y persistentes de un tipo de déjà vu, que suceden como parte de un desorden de memoria.
Los expertos llevan muchos años estudiando cuál puede ser la razón que explique el
déjà vu. Se debe a un error de nuestro cerebro difícil de explicar. El
déjà vu es una sensación que a más del 80% de la población mundial le ha sucedido. En todas sus manifestaciones se caracteriza por unos rasgos en común, y es que tan solo dura un instante.
2.- Déjà visité: Se traduce como “
ya visitado” y es una experiencia menos frecuente que implica el extraño conocimiento de un lugar nuevo. Aquí uno puede saber encontrar un camino que vas a visitar sabiendo al mismo tiempo que no puede ser posible.
A este fenóneno se le han adjudicado como explicación términos como los sueños, la reencarnación e incluso el viaje extracorporal. Además, algunos sugieren que leer una descripción detallada de un lugar puede desembocar en este sentimiento cuando más tarde se visita. Dos ejemplos famosos de tales situaciones son descritos por
Nathaniel Hawthorne en su libro
"Our Old Home" y
Sir Walter Scott en "
Guy Mannering".
Hawthorne reconocía las ruinas de un castillo en Inglaterra y más tarde era capaz de rastrear el origen de la sensación a una obra escrita sobre el castillo por
Alexander Pope doscientos años antes.
Para poder distinguir el
déjà visité del
déjà vécu es importante identificar la fuente de la sensación. El
déjà vécu está relacionado con los sucesos y procesos temporales, mientras el
déjà visité tiene más que ver con la geografía y las relaciones espaciales.
3.- Déjà senti: Este fenómeno alude a algo ‘
ya sentido’. A diferencia de la precognición implícita al
déjà vécu, el
déjà senti es primordial o incluso exclusivamente un suceso mental, carece de aspectos importantes y rara vez permanece en la memoria de la persona que lo experimenta.
En la mayor parte de las ocasiones, los
déjà vus, son experiencias que duran tan sólo unos segundos, pero que el individuo que la vive puede llegar a percibirla con mayor duración debido a la sensación de intranquilidad que le invade. Este nerviosismo suele desaparecer en el momento en que finaliza el fenómeno.
A pesar de que es algo conocido o familiar, no resulta tranquilizante, sino todo lo contrario. Hay que tener en cuenta que se rompe el orden cronológico que estamos acostumbrados a seguir. De repente el presente se transforma en pasado, y ese pasado se transforma en futuro.
En muchas ocasiones el hecho de reconocer los acontecimientos presentes como ya vividos, hace que se considere capaz de saber qué va a ocurrir después. Pero no es así, porque se trata de un hecho aislado que sólo dura unos segundos, por lo tanto, no te da tiempo de situarte en la fecha y lugar justos.
La explicación que nos dan los científicos...
Tras muchos años intentando buscar una razón que explique el
déjà vu, los expertos que estudian el funcionamiento de la mente no han llegado a una conclusión definitiva.
Los psicoanalistas opinan que es fruto de los sueños diurnos, de las fantasías que se encuentran en el subconsciente de la persona. No es un hecho que suceda por azar, sino que suele estar relacionado con algo de gran importancia para el sujeto, hemos soñado con una situación y al ocurrir realmente nos resulta conocida.
Los psicólogos y los neurólogos lo consideran una alteración de la memoria en el cerebro. Se activan por error los circuitos neuronales responsables de la sensación del recuerdo. Por eso se “recuerda” algo que realmente no ha pasado, pero guarda relación con lo sucedido en ese pasado y lo “encaja” por decirlo de alguna forma.
Otra opinión menos extendida dice que es una alteración de la percepción.
También está considerado como un fallo en la interpretación de los hechos en el tiempo. Una incapacidad de establecer primero una secuencia y luego otra, se debe a un retraso entre lo que estamos viendo y el tiempo que tarda nuestro cerebro en registrar el momento.
Algunos estudios establecen que en la mayoría de los casos se da en personas con una capacidad de atención baja; personas cansadas y con estrés. En situaciones de poca concentración cerebral, el subconsciente capta una experiencia antes que el “yo consciente”, de manera que para cuando esto último ocurre, la experiencia se encuentra ya en la memoria y el “yo consciente” la identifica como un recuerdo, pero realmente lleva muy poco tiempo guardado en la memoria.