Parecía que el día de ayer iba a pasar a la historia como uno más de los 365 que componen el 2011. Todo apuntaba a que se seguiría hablando de los agrios temas que llevamos viendo a lo largo de la última semana, a destacar los temblores y erupciones de la isla canaria de El Hierro, la desaparición de los dos niños en Córdoba y al enésimo juicio por el caso de Marta del Castillo (desde aquí quiero mandar todo mi apoyo a la familia), las distintas opiniones de los políticos sobre la "Conferencia de Paz" que aconteció el pasado lunes en San Sebastián más la efeméride de que estamos a un mes escaso para que sucedan las elecciones generales del 20-N. Qué equivocados estábamos...
Nada más encender la tele a las 3 para ver el telediario de Vicente Vallés en Antena 3 veo un vídeo como si estuvieran recordando la vida, obra y extravagancias varias del dictador libio Muammar el Gaddafi. Conclusión: Se lo han cargado. Y tal cual. Pasaron los minutos y fuimos viendo la que sería la noticia del día y, por qué no decirlo, del mes. Vimos las diferentes reacciones de los máximos dirigentes internacionales dando su punto de vista sobre una de las noticias más importantes del año. ¿Ahora qué es lo que va a pasar en Libia? ¿Se irán las tropas desplegadas por la OTAN o se quedarán? Sólo el tiempo nos dará la respuesta definitiva.
Pero, a las 7 de la tarde, sucedió lo que no nos esperábamos que iba a suceder...
Siendo sincero, yo ya me olía que sucedería algo así. Es más, pensaba que el anuncio que hicieron ayer los terroristas, lo harían en plena campaña electoral. Llamadme malpensado o conspiranoico o lo que queráis, pero estaba seguro de ello al 100%.
En el comunicado, los terroristas dicen que "dejan de forma definitiva la actividad armada", mientras que no dicen en un sólo momento que se disuelven totalmente o que dejan las armas para siempre. Quizás sea uno más de los muchos eufemismos que suelen utilizar en sus comunicados o quizás no.
Pero, como bien dije ayer vía Facebook, yo no me fiaría mucho de la palabra de unos asesinos, a pesar de que todos los políticos y todos los periodistas se hayan apresurado a decir que la paz ya ha llegado, y más viendo lo que sucedió tras las treguas indefinidas declaradas por la banda en el año 1998 y del 2006. Periodos de tiempo en los que la banda, en vez de estar en tregua, se dedicaban a rearmarse y a reestructurarse.
Hay que tener mucho cuidado con éste tema, no apresurarse y ser muy paciente, y sobre todo, que los terroristas paguen por lo que le han hecho a lo largo de éstos largos 43 años a la sociedad española y a las familias de todas sus víctimas. No estoy pidiendo un "Ojo por Ojo", lo que pido es que se aplique correctamente y que haya, de una santa vez, JUSTICIA.
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