En España estamos acostumbrados a celebrar el Día de la Madre
en el primer domingo del mes de mayo, pero no siempre fue así ya que
desde el siglo XVII y hasta 1965 (año en el que se decidió trasladar de
fecha) la celebración en homenaje a las madres siempre cayó en el día 8 de diciembre, coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción.
Hasta entonces, la fiesta en honor de todas las madres tenía un
carácter únicamente religioso pero a mediados de la década de los años 60 acabó imponiéndose el modelo de fiesta más comercial.
Este tipo de conmemoración, más comercial que religiosa, provenía de
Estados unidos, donde se había deformado totalmente el Día de la Madre
que allí se celebraba desde 1907, tras haber sido ideada por Ann Jarvis, una emprendedora que quiso homenajear a todas las madres (entre ellas la suya, Ann Maria Reeves Jarvis, famosa activista estadounidense de la segunda mitad del siglo XIX).
El concepto de celebración que ideó Ann Jarvis se desvirtuó
totalmente, convirtiéndose en una jornada que servía para gastar y
comprar regalos pero no para venerar verdaderamente la figura materna.
Dos décadas después la propia Ann fue tenaz en su lucha por acabar con
ese tipo de celebración, pero no lo consiguió y falleció arruinada y con
un grave trastorno mental que la había obligado a estar internada en un
sanatorio los últimos años de su vida.
Cuando en España, en 1965, se decidió trasladar la fecha del Día de
la Madre desde el 8 de diciembre hasta el me de mayo se hizo por la
principal razón de que los propietarios de los comercios y grandes
almacenes querían para tal día un modelo de fiesta similar al
norteamericano. En aquel momento el país (bajo el mandato del dictador
Francisco Franco) quería internacionalizarse y muchos eran los lazos que
comenzaban a unir a España con los EEUU.
Pero ese cambio drástico de fecha no podía quedar en una simple
celebración comercial, por lo que, astutamente, en lugar de colocarlo en
el segundo domingo (como los estadounidenses) se puso en el primer
domingo de mayo, alegando que éste era el inicio del ‘Mes de María’
y por tanto el de todas las madres. Además se le hacía coincidir con
otra importante fiesta de carácter religioso como era el de las Cruces
de Mayo.
Finalmente, en este medio siglo que ha transcurrido desde entonces,
la festividad del Día de la Madre ha perdido, para la gran mayoría de
personas, cualquier simbología religiosa.
Cabe destacar que en la actualidad el único país que sigue celebrando
el Día de la Madre el 8 de diciembre es Panamá. Curiosamente en el
Reino Unido la fecha en la que se conmemora a las madres (conocido como Mothering Sunday) se celebra desde el siglo XVI el cuarto domingo de Cuaresma.
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