Entiendo poco de economía. Sé cuántas bolsas de la compra puedo llenar por 40€ en cada uno de los supermercados de Sevilla. También sé, que si aplicara las medidas del Gobierno de D. Mariano Rajoy al juego de simulación SimCity acabaría hundiendo la economía de un país durante décadas.
SimCity, la simulación de una crisis
SimCity es un juego de simulación de gestión cuya primera versión data de 1989. Si no lo conoces o si no lo recuerdas, en pocos pantallazos comprenderás como las medidas anticrisis del gabinete de Gobierno de Rajoy no funcionarían en el juego.
Para ésta simulación uso el juego SimCity 3000, y escojo Littleburg, una ciudad propuesta por el juego.
Los impuestos suponen un 5% de los ingresos de las personas, del comercio y de la industria. Existe un equilibrio entre ingresos y gastos públicos. Para nuevas obras Obras Públicas y para mejorar los Servicios aumento los impuestos hasta el 7%. En ésta ocasión, tanto los trabajadores como los empresarios no muestran oposición alguna a la ligera subida.
Mala gestión del dinero y de los recursos públicos
Las arcas municipales tienen dinero más que suficiente para llevar a cabo obras que dinamicen la economía local. Sin embargo, construyo edificios públicos sin utilidad real, dos aeropuertos, kilómetros y kilómetros de carreteras y autopistas sin tener en cuenta las necesidades reales de transporte.
En pocos años, los gastos superan a los ingresos. Para mantener a la Administración, subo los impuestos progresivamente año tras año, pero no reduzco el ritmo de inversiones sin sentido (salvo llenar los bolsillos privados a costa del dinero público). Construyo más aeropuertos, autopistas y edificios públicos sin un plan previo.
Subir los impuestos como la primera medida anticrisis
La situación es muy grave, y tomo como primera decisión anticrisis, subir los impuestos. Ahora, los impuestos suponen un 21% de los ingresos de ciudadanos, empresas, industria y comercio. Sin discriminación alguna. Además, recorto salvajemente las partidas de Sanidad y de Educación, y los sueldos de los funcionarios.
La subida de los impuestos y la degradación de los servicios públicos suponen el cierre de muchísimas empresas y negocios. Más de la mitad de la población está en paro. Ciudades vecinas y multinacionales avariciosas proponen tratos desfavorables (se permite la construcción de SimCity Vegas, por ejemplo).
El asesor económico sugiere una bajada de impuestos para dinamizar la economía local.
Los Rescates son para pagar RESCATES
Me arriesgo a no escuchar al asesor económico y pido un rescate financiero. Con la inyección de capital apaciguo a funcionarios y a ciudadanos por un tiempo. Pero los intereses son abusivos y necesito otro rescate. En éste momento, el juego sigue el destino de Grecia. El dinero de cada rescate es empleado en pagar los rescates anteriores. La Administración sigue paralizada, los impuestos siguen en la cota más alta y la economía se contrae.
La tensión crece por momentos. Los ciudadanos hacen manifestaciones y hay disturbios por doquier por todas las calles de la ciudad. Los Policías y los Bomberos, desencantados y sin medios, no pueden hacer frente para atajar tal oleada de violencia.
Finalmente, los asesores me acusan de mala gestión y me invitan a abandonar el cargo.
Como arreglar la situación
Los jugadores experimentados saben que bajar los impuestos hasta los tramos iniciales es la única solución viable para que se pueda recuperar la economía de la ciudad, así como mantener los servicios públicos en unos niveles aceptables y tener una política prudente con las inversiones.
La crisis permanecerá durante unos años, pero una vez pasada, y a la larga, habrá superávit.
La mejor enseñanza de SimCity
¿Emplea el Gobierno medidas propias de un mal jugador de SimCity? La economía de un país es demasiado compleja para poder recrearla en un simulador. Sin embargo, SimCity enseña que es necesario escuchar a los verdaderos expertos, como lo son los Técnicos del Ministerio de Hacienda, que tienen propuestas para salir de la crisis sin medidas agresivas para los ciudadanos.
Esperemos que se quede tan sólo en una simulación y que la cosa acabe mejorando.
Autor de la Simulación: Javier Meléndez Martín
Fuente: Yorokobu.es
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