Seguimos con las curiosidades de la Navidad. Aquí tenéis la segunda parte...
El origen del institucional Mensaje Navideño de Nochebuena
El origen del institucional Mensaje Navideño de Nochebuena
Cada
país tienes su propia fecha en la que el presidente o jefe del Estado
correspondiente se dirige a los ciudadanos a través de la televisión
para dar su tradicional mensaje institucional de Navidad. En España es
costumbre que el rey Felipe VI lo realice el 24 de diciembre, en Nochebuena, a las 21 horas.
El primer mensaje de este tipo fue pronunciado por el rey Jorge V del Reino Unido
en las navidades de 1932 y lo hizo a través de la cadena de emisoras de
radio que la BBC tenía repartida por toda la Commonwealth. Fue un
mensaje con el que quiso dirigirse a todos los ‘hombres y mujeres que
están tan aislados por la nieve y por los desiertos, que sólo los pueden
alcanzar las voces por el aire’ (tal y como expresó). Cabe destacar que este mensaje fue el que aparece reflejado en la película ‘El discurso del Rey’.
Un año después, en 1933, el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt
también hizo lo propio desde la Casa Blanca, pero no fue hasta 1939,
tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando Roosevelt lo dio por
primera vez a través de la televisión y el resto de mandatarios lo
copiaron.
El origen del villancico ‘Noche de Paz’
Posiblemente es el villancico más popular de cuantos se cantan por estas fechas. Se lo debemos al sacerdote Joseph Mohr, quien en 1818 decidió encargar a Franz Xaver Gruber,
organista y director del coro de la iglesia de San Nicolás (en la
población austriaca de Oberndorf) donde celebraba sus oficios
religiosos, que pusiera música a unos poemas que había escrito y que
deseaba que se cantaran en la Misa del Gallo de aquel año.
Uno de esos poemas llevaba por título ‘Stille Nacht’ (Noche
de silencio) y se estuvo cantando todas en la iglesia durante las
siguientes navidades hasta que quince años más tarde, en 1833, el viejo
oógano se estropeó y acudió a repararlo uno de los mayores expertos de
la región (llamado Karl Mauracher) quien vio la partitura del villancico y decidió copiarlo para interpretarlo en la población Fügen donde residía.
Allí gustó enormemente esta composición, hasta tal punto que el propio Mauracher les entregó una copia de la partitura a la ‘Familia Rainer’, una saga de cantantes tiroleses que recorría toda Europa interpretando todo tipo de canciones populares, incorporándolo a su repertorio.
El villancico fue interpretado frente al público más selecto de la época (reyes europeos, el zar de Rusia, el presidente de EEUU) en la gira internacional que realizó la Familia Rainer.
Durante las siguientes décadas se convirtió en el villancico más famoso del planeta, aunque se desconocía por completo quién podría haberlo compuesto. No fue hasta 1995 cuando se encontró casualmente el manuscrito original y se descubrió que los autores fueron Joseph Mohr (letra) y Franz Xaver Gruber (música).
El origen de la costumbre navideña de besarse bajo el muérdago
Esta
es una de esas tradiciones que muchas personas creen que es moderna y
que además nos ha llegado desde los Estados Unidos a través de sus
películas y telefilmes navideños, pero en realidad se trata de una
tradición que ya se realizaba en la Europa Celta hace varios centenares
de años.
Los antiguos celtas estaban convencidos de que el muérdago era una planta que tenía múltiples propiedades medicinales y la utilizaban para hacer ungüentos e infusiones para curar numerosas dolencias.
Era tal el fervor que procesaban hacia esta planta que en todas las
casas se colgaba una rama de muérdago en el umbral de entrada, como un
modo de atraer la buena suerte y la salud para todos aquellos que allí
residían. Muchas eran la ocasiones en las que cuando alguien llegaba o
se despedía lo hacía dándose un beso o abrazo bajo esa rama de muérdago y
con los años quedó como una costumbre que fue utilizada por el
cristianismo en las festividades navideñas (al igual que hizo con el
árbol de Navidad, tal y como os expliqué en el anterior post).
La tradicional ‘Misa del Gallo’ que se celebra en Nochebuena
Cada Nochebuena, al llegar la medianoche, muchas son las personas que acuden a su iglesia para acudir a la tradicional Misa del Gallo.
Esta tradicional conmemoración religiosa dedicada al nacimiento de Jesús, se le debe al papa Sixto III quien,
en el siglo V, instauró la costumbre de celebrar una misa de vigilia
nocturna en la medianoche del día de celebración del nacimiento del
Mesías, tras la entrada al nuevo día (Navidad), en el ‘ad galli cantus’ (al canto del gallo). El ‘ad galli cantus’ se
refería al momento en el que empieza el nuevo día y que, según las
antiguas tradiciones romanas, éste comenzaba en la medianoche en el canto del gallo, de ahí su nombre.
Al menos esta es la opinión que tienen la mayoría de expertos, aunque podemos encontrarnos otras versiones como quien dice que se llama así ya que la venida al mundo del Mesías fue anunciada “ad galli cantus”, es decir, al canto del gallo. También hay quien apunta que el nombre de la Misa del Gallo tiene su origen en la celebración de ésta en la Basílica de S. Petrum in Gallicantum (San Pedro en Gallicantu) de Jerusalén.
Otra teoría, poco fundamentada, es la sostiene que el nombre se debe a que, antiguamente, en algunos países el menú de la cena de Nochebuena estaba compuesto por un gallo asado.
El origen de Papá Noel
Se conoce como Papá Noel, Santa Claus o San Nicolás, pero en el fondo es el mismo personaje. Su origen lo encontramos en Nicolás de Bari, un obispo católico que vivió entre los siglos III y IV en la región de Licia (actual
Turquía) y alrededor de quien surgieron una serie de leyendas, entre
ellas una que decía que hizo un acto de caridad al dejar dinero para la
dote de tres jóvenes que pretendían casarse pero que el padre era
sumamente pobre.
Este religioso fue canonizado, pasando a ser conocido como San
Nicolás de Bari, y venerado en gran parte del centro y norte de Europa.
Uno de los países donde se le adoptó como uno de los santos favoritos
fue en los Países Bajos donde fue adoptado como patrón y al que llamaban
Sinterklaas (San Nicolás en neerlandés). La masiva
inmigración holandesa hacia Norteamérica de finales del siglo XVII se
llevó hacia allí tradiciones y costumbres y entre ellas la devoción por
este santo.
Con el transcurrir de los siglos el personaje fue evolucionando su nombre (todo parece indicar que fue el escritor Washington Irving, en 1809, quien deformó al santo holandés, Sinterklaas, en la burda pronunciación angloparlante Santa Claus). Más tarde el poeta Clement C. Moore, en 1823, publicó un poema donde dio cuerpo al actual mito de Santa Claus, basándose en el personaje de Irving. En 1863, adquirió la fisonomía de gordo barbudo bonachón con la que se le conoce y su peculiar vestimenta roja, con altas botas y gorra. Esto fue gracias al dibujante sueco Thomas Nast, quien pergeñó este personaje para sus tiras navideñas en Harper’s Weekly.
Muchas son las leyendas urbanas que indican que originalmente vestía de verde y que fue a raíz de una promoción publicitaria realizada por la empresa Coca-cola cuando adoptó el rojo, pero, tal y como señalo, Thomas Nast ya lo dibujó de ese modo siete décadas antes. Incluso hay portadas de la revista satírica Puck de inicios del siglo XX en las que ya aparece Santa Claus vestido de rojo, regordete y con la característica barba blanca.
Cabe indicar que a mediados del siglo XIX el personaje de San Nicolás viajó de vuelta hacia Europa, donde también se veneraban otros similares como el Bonhomme Noël francés (que vestía de blanco y dorado) con el que se fundió la tradición, llegándonos a España como Papá Noel (mucho más fácil que pronunciar que el modo galo).
El motivo por el que el día de Navidad se celebra el 25 de diciembre
De
sobras conocido es el hecho de que Jesús de Nazaret no nació un 25 de
diciembre y aunque existen varias hipótesis y un baile de fechas (20 de
abril, 20 de mayo, 29 de septiembre, 17 de noviembre…) donde ninguna de ellas
es concluyente, por tal motivo hasta bien entrado el siglo IV el día del
nacimiento del Mesías se celebraba el 6 de enero, junto a la epifanía
de los Reyes Magos y el bautismo de Jesús (también se desconoce cual es la fecha exacta).
El hecho de que la Navidad se celebre en esta fecha se debe al empeño de la Iglesia Católica (tras la libertad de culto en el Imperio Romano) a cristianizar todas aquellas fiestas que hasta entonces habían sido de celebración pagana. La más popular que existía en Roma eran las Saturnales (que llevaban más de seis siglos celebrándose coincidiendo con el solsticio de invierno) y se decidió que la celebración de la Navidad debía coincidir con la fecha en la que se homenajeaba al Sol Invictus, una fiesta que se realizaba el 25 de diciembre para celebrar la llegada de más horas de luz tras la entrada del invierno.
El hecho de que la Navidad se celebre en esta fecha se debe al empeño de la Iglesia Católica (tras la libertad de culto en el Imperio Romano) a cristianizar todas aquellas fiestas que hasta entonces habían sido de celebración pagana. La más popular que existía en Roma eran las Saturnales (que llevaban más de seis siglos celebrándose coincidiendo con el solsticio de invierno) y se decidió que la celebración de la Navidad debía coincidir con la fecha en la que se homenajeaba al Sol Invictus, una fiesta que se realizaba el 25 de diciembre para celebrar la llegada de más horas de luz tras la entrada del invierno.
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